MANGO TOMMY (Mangifera indica L.).
El mango pertenece a la familia de las Anacardinaceas, la cual posee 73 géneros y alrededor de 850 especies. En el género Mangifera se han reconocido alrededor de 69 especies, de los cuales solo 15 de ellas producen frutos comestibles. La especie Indica es una de las más comunes. El mango es un árbol perenne de tipo erecto con porte mediano a grande, puede alcanzar alturas desde 10 hasta más de 20 metros. Su copa tiende a ser redondeada, posee raíces que pueden profundizar hasta 6-8 metros. Los árboles son de larga vida. Las hojas del mango son lanceoladas y están dispuestas de forma alterna. El color de estas varía con la edad, cuando jóvenes pueden ser rojizas o verde pálido, pero al ir creciendo esta coloración pasa a un verde más oscuro. La flor del mango es pequeña y alcanza de 5-10 mm de diámetro, de color verde amarillento o rojizo. Se presentan en panículas o inflorescencias cuya longitud pude variar de unos pocos centímetros hasta 30-40 centímetros. Cada panícula puede llegar a tener entre 400-5000 flores. El fruto es una drupa carnosa, cuyo tamaño, forma, color y peso es variable dependiendo de múltiples factores. El peso del fruto puede ser desde menos de 100 gramos hasta más de 2 kilogramos y tarda de 100 a 120 días en formarse desde la floración a la cosecha. Entre las variedades más explotadas de mango se encuentran: Tommy Atkins, Ataulfo, Haden, Kent y Keitt.
El mango crece en diferentes suelos, desde muy fértiles hasta pobres en nutrientes, siempre y cuando sean profundos, permeables, bien drenados y ligeramente ácidos, con un pH entre 5,0 y 6,8 y un nivel freático por debajo de 2,5 metros. El mango se adapta en una zona que bordea los trópicos, desde los 23°27' norte hasta los 23°27' sur, con respecto al Ecuador. La explotación del mango en el trópico se hace desde el nivel del mar hasta los 1700 msnm y en el subtrópico, a nivel del mar.
La ausencia de lluvias durante el período de floración es el factor más importante para el buen éxito del cultivo de mango. La temperatura óptima para el crecimiento y la producción está entre los 24 y 27°C (PROFRUTALES, 1994). La precipitación media anual debe estar alrededor de los 750 milímetros, humedad que permite el crecimiento de los árboles con poca o ninguna irrigación. Las condiciones climáticas, particularmente la temperatura, determinan el tiempo de floración y la maduración del fruto.
El cultivo del mango enfrenta varias limitantes entre las que destacan las enfermedades como antracnosis y cenicilla; entre las plagas principales la presencia de Moscas de la Fruta que limitan la comercialización de este producto, principalmente en el extranjero; trips, ácaros y hormigas; la alternancia de la producción; el excesivo tamaño de los árboles que restringen las actividades fitosanitarias y dificultan la cosecha; y la concentración de la cosecha entre los meses de junio y agosto que propician una sobre oferta que ocasionan un bajo valor del producto.
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